¿QUIÉNES SON LOS
PROFESORES QUE ENSEÑAN GEOGRAFÍA EN MÉXICO?
Por
qué ser profesor y por qué de Geografía
Ser profesor
implica ser un humanista y disfrutar del trato con personas, particularmente
con niños y jóvenes. Las relaciones cognitivas y afectivas que establece en la
escuela hacen de él un profesional de la educación que tiene como principal
compromiso la formación integral de sus alumnos.
¿por qué elegir
ser profesor de Geografía? Una respuesta provisional y no acabada tiene que ver
con el interés por la naturaleza y las acciones de los seres humanos; en estas
relaciones de la sociedad y la naturaleza es donde se encuentra la explicación
primigenia e integradora que lleva al docente a entender el espacio y el tiempo
en las particularidades de un mundo cambiante que se muestra como totalidad
compleja, y es digno de ser estudiado. Al profesor de Geografía le son
significativos los procesos naturales y humanos que se llevan a cabo en el
espacio geográfico. En la posibilidad de mostrar los cambios, las relaciones y
las expresiones entre unos y otros procesos se encuentra el sentido y la
justificación de su trabajo como docente.
Ser profesor y
de geografía, implica tomar dos decisiones personales; una, permeada por la
afinidad y la posición social y cultural que busca como proyecto de vida; y
otra, que responde al interés de incorporarse laboralmente en el ámbito
profesional de su preferencia. Además, el profesor se encuentra influido por
procesos formativo-escolares iniciales, por las formas corporativas establecidas
para el ejercicio de su profesión y por el grado de certificación y legitimidad
otorgada por el entorno de amigos, familiares y grupos de iguales
Los
perfiles profesionales
La formación de
profesores en México sólo constituye 5.4% de la población de educación
superior, lo que origina que parte de los profesionistas universitarios ocupen
los espacios escolares que no se cubren con profesores normalistas. Según datos
de DGESPE (2009), existen 492 escuelas normales, de las cuales 297 (61%) son
públicas y 193 (39%) privadas, y sólo 32% ofrecen la formación de profesores de
secundaria. Este porcentaje de escuelas normales ha descendido su matrícula
alrededor de 50% en los últimos 10 años, y no precisamente por deserción o reprobación,
ya que sólo 3% de los alumnos inscritos en ellas no terminan sus estudios.
Del total de
profesores normalistas, 63% tienen como grado máximo de estudios la educación
normal, 20% estudios de otras licenciaturas, 10% ambas formaciones y sólo 13%
ha cursado algún posgrado. Sólo 10% de los profesores de secundarias generales
y 5% de los de secundarias técnicas tienen la formación normalista en la
especialidad de geografía (SEP, 2004).
La existencia de
profesores de Geografía se da principalmente entre los que la enseñan en la escuela
secundaria, ya que sólo una minoría, que no llega a 1%, se dedica también a la
educación preescolar o primaria. Asimismo, menos de 1%, labora en la educación
media superior, normal o educación superior (SEP, 2004).
Su desarrollo
profesional requiere de condiciones materiales y laborales adecuadas para su
desempeño, como bibliotecas con acervos actualizados y suficientes sobre la
asignatura y su didáctica; espacios físicos y tiempos adecuados para el estudio;
preparación de clases y revisión de los productos de sus alumnos; participación
en congresos, foros, seminarios, simposios y otros eventos académicos para enriquecer
su papel en la enseñanza (SEP, 2009).
Otra alternativa
de formación continua es la Carrera Magisterial, que se diseñó en 1992 con el
propósito de elevar la calidad de la educación; es decir, actualizar a los
docentes y, en función de los logros obtenidos, ofrecer promociones económicas.
Esta formación continua se ha ido fortaleciendo de manera paulatina en sus
propósitos. Los criterios a evaluar en los docentes que aspiran a la Carrera
Magisterial, según los seis niveles que se ofrecen a quienes están frente a
grupo con plaza de base, o interina (cuando no tiene titular), son: el
desempeño profesional, la preparación profesional, el manejo de planes y
programas de estudio, los cursos de actualización tomados, el grado académico y
la antigüedad en el servicio educativo.
Las
trayectorias en el aula
La trayectoria
es el tránsito del maestro desde su formación hasta las prácticas laborales en
las que ha intervenido empleando los saberes especializados, producto de su
formación y de los intereses y contextos sociales e institucionales de su
acción profesional.
Se reconoce como
trayectoria laboral de los profesores todas las situaciones que se suscitan en
el desarrollo de su trabajo docente, donde la forma de tener acceso al empleo,
el ingreso económico promedio y los años de servicio son importantes. Sin dejar
de valorar su compromiso, actitud, profesionalismo y dedicación observados durante
su desempeño laboral.
El ingreso al
servicio docente, según los profesores, debe hacerse mediante el
establecimiento de una normatividad rigurosa, con la realización de concursos
de oposición, la definición de perfiles profesionales específicos y la garantía
de imparcialidad en los procesos de ingreso. Esto es difícil de lograr debido a
las condiciones cambiantes de la oferta y la demanda de empleo docente en el
país.
Particularmente,
los profesores de Geografía afirman que 80% tiene empleo de base, 8% cuenta con
interinato limitado, 7% con interinato ilimitado y de 5% no se tienen datos
(SEP, 2009).
La diferencia se
manifiesta por el número de horas del empleo: tiempo completo, medio tiempo o
un número menor de horas clase. En el cuadro 2 se observa que 50% de los
profesores de Geografía tienen tiempo completo y 15% medio tiempo; lo que
refleja las posibilidades en la profesionalización de la enseñanza de la
asignatura.
Las
competencias docentes
Las competencias
son los saberes que movilizan los profesores para realizar acciones en
situaciones concretas de su trabajo docente. Estas competencias profesionales
se centran en el uso interactivo de materiales de enseñanza, en la búsqueda,
reflexión y análisis de información relevante, en procesos de enseñanza y de
aprendizaje significativos y en alcanzar concordancia con el entorno cambiante
por medio de un pensamiento crítico y científico y la cooperación en grupos de
trabajo a partir de una sólida cultura individual. Las competencias docentes
pueden asociarse a varias perspectivas; una de ellas es la racionalidad técnica de la filosofía
positivista, la cual postula que los profesionales resuelven problemas
instrumentales bien estructurados mediante la aplicación rigurosa de las
teorías y técnicas que se derivan del conocimiento científico.
Una manera de
superar la incertidumbre y el conflicto es reconocer los paradigmas que
orientan las prácticas docentes.
El desarrollo de
las competencias desde los diferentes paradigmas educativos se basa en
posibilitar los aprendizajes por medio de la interacción, donde todos aprenden
de todos en forma diversificada, constituyendo ambientes de aprendizaje con
contenidos, estrategias, materiales, recursos y situaciones significativas que
hacen de cada proceso de aprendizaje, un aprendizaje permanente.
Cuáles
son los principales retos
Adquirir
conocimientos en la escuela no aporta ningún beneficio si no se aplican en
situaciones de la vida cotidiana de los alumnos, como analizar de manera
profunda un problema público, hacer compras en el mercado, decidir dónde y cómo
vivir, comprender por qué persiste la desigualdad social dentro y fuera del
país o reconocer los cambios en el espacio cercano, entre otras.
Los profesores de
Geografía deben ser protagonistas en la generación, uso y transferencia de la
información y el conocimiento, deben promover el trabajo inter y
multidisciplinario, el desarrollo de nuevas estrategias de enseñanza y de
aprendizaje, ser capaces de articular la teoría con la práctica y de contar con
la habilidad de establecer relaciones transversales con las asignaturas del
currículo escolar.
Los docentes
asumen que en el presente y futuro de la enseñanza de la Geografía es
fundamental que los alumnos construyan su conocimiento, resuelvan situaciones
problemáticas, participen y comenten sus opiniones en grupo; que los docentes
sean facilitadores y guías para los alumnos; que favorezcan un ambiente
afectivo de confianza y participación; que planeen y evalúen con base en el
enfoque de la asignatura los aprendizajes esperados y las orientaciones
didácticas; que trabajen en situaciones reales y cotidianas de los alumnos en
su contexto; que los alumnos investiguen; que utilicen diferentes recursos
didácticos, entre ellos las tic.
No obstante, en
el trabajo docente de Geografía persisten dos posturas didácticas, que si bien
no son antagónicas, sí tienen diferencias importantes en función de los
recursos didácticos que en forma prioritaria utilizan los docentes con sus
alumnos. Una, caracterizada por los materiales impresos de corte artesanal que
en su mayoría pretenden sustituir el trabajo con el libro de texto. Y otra
centrada en el uso abusivo de los libros de texto como principal recurso
didáctico que ha terminado por orientar y caracterizar el trabajo de los
alumnos y de sus profesores. El aprendizaje se construye a partir de las
interacciones personales, donde el diálogo incluyente, igualitario, interactivo
y solidario basado en una cultura geográfica colaborativa posibilita producir
conocimiento, transmitirlo y usarlo para la vida cotidiana de los alumnos.
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